Adela Montoya
Cantidad de envíos : 34 Fecha de inscripción : 06/07/2010
| Tema: EL CUMPLEAÑOS DEL GUAPO EGIPCIO... Miér 18 Ago 2010, 21:31 | |
| Cuando vivíamos en El Cairo, un contratista que trabajaba para Dragados, que no me acuerdo como se llamaba, nos invitó a cenar a Ricardo y a mí en más de una ocasión, Ricardo era Jefe de Servicios Generales, y el que contrataba a unos y a otros. El día que conocí al egipcio me quedé con la boca abierta. Era uno de los hombres más guapos y más impresionantes que he conocido en mi vida. De piel muy oscura, casi negra, altísimo, vestido elegantemente de blanco, con un fachón estupendo y unas facciones perfectas. Solo hablaba árabe y no pude hablar con él, si no a través de un intérprete que hablaba inglés con Ricardo. ¡Una pena!Este guapo señor nos invitó a unos cuantos matrimonios de Dragados, a una fiesta que dio por su cumpleaños. Me llamó la atención que el Restaurante donde daba la cena se llamaba “El Rey de Oro” con todas sus letras en español. Éste hombre, para su fiesta, había alquilado solo para él y sus amigos todo el Restaurante. Estaba forrado de dinero y se podía permitir los lujos que él quisiera. El local era inmenso y habían preparado una larga mesa para que todos nos sentásemos en ella. Cerca de la mesa había una pista de baile, para las bailarinas del vientre y una orquesta que tocaba esa maravillosa música Egipcia que a mí me encantó desde el primer día que la oí al llegar a ese país de de cuentos de Hadas. En la mesa me sentaron justo enfrente del guapo con lo que se me alegró la vista durante toda la velada, y a su lado había una señora muy guapa pero que sabíamos todos que no era su esposa, ya que las Egipcias no hacen vida social con sus maridos mezclados con Europeos. Las pobres se quedan en casa y los maridos salen y entran a placer. La guapa, también Egipcia, debía ser su “amiga especial” iba vestida a la europea y muy elegante. Nos dieron una cena exquisita y magníficamente servida y lo más curioso fue que después de los postres, me puso un camarero solo a mí una fuente enorme llena de unas hojas verde oscuro. Me quedé mirando asombrada la fuente viendo que solo trajeron una. Creí que era una ensalada aunque me pareció impropio que la sirviesen después de los abundantes postres y además tan rara. Levante la vista y vi a la guapa y al guapo que me miraban muy sonrientes. Pregunté ¿qué es? Y solo entendí el nombre de la hierba, se llamaba Gaaril, y como nadie decía nada se me ocurrió probar una hoja; si me la habían puesto delante, era lo menos que podía hacer ¿no? Y ya con la hoja en la boca y masticándola que me supo un poco picante y ácida, los dos guapos me dijeron NO! NO! NO! Y se echaron a reír… No era cosa de escupirla, eso no, así que me la tragué, aunque dudando de que fuera venenosa… pero como los veía riéndose, me tranquilicé. Después me explicaron que era un afrodisíaco y que yo debía dárselo a mi marido… ¡Dios mío! Ricardo dijo que él no necesitaba ninguna cosa de esas, y Luis, uno de nuestros amigos, se puso la fuente delante y se la zampó enterita. (Al día siguiente, nos enteramos que las afrodisíacas hojas solo le sirvieron para pasar una malísima noche con retortijones y diarreas… ¡Pobre Luis!) En la sobremesa empezó la fiesta con todo su jaleito correspondiente. Entre copa y copa, la orquesta cambió a una música todavía más bonita y alegre. Salió una bailarina del vientre exuberante que nos deleitó, sobre todo a los hombres, con uno de esos bailes tan espectaculares… tan eróticos y sensuales… ¡Cómo saben mover el vientre, las caderas y los brazos!... los hombres casi babeaban… La bailarina terminó su número y se fue, y la orquesta siguió animándonos con su extraordinaria música.Ana, la mujer de Luis, que es de Cádiz y animadísima, se sentó a mi lado y me dijo ¡Ay Adela! ¿No te recuerda a los tanguillos de Cádiz? Le dije que por supuesto que sí y le pregunté ¿Te animas y salimos a bailar las dos? Y antes de que me contestase ya me había levantado y me había plantado en medio de la pista dispuesta a sacar el “Duende” andaluz que llevo dentro en todo mi ser.Las dos en medio de toda la pista empezamos a bailar, los músicos aún más animados, tocaban más fuerte y nos jaleaban todo lo que podían y nosotras cada vez más entusiasmadas… En esto que vemos que el guapo se levanta y como es costumbre allí se arrodilla con unos cuantos más, en la pista, haciendo un círculo a nuestro alrededor dando palmadas al ritmo de la música y diciendo y ¡Ala!… y ¡Ala!…y ¡Ala!… Fue un reclamo también para nuestros maridos que también se arrodillaron jaleándonos. Cuando nos dimos cuenta el círculo de hombres estaba cerrado y todos aplaudiendo y jaleándonos con caras de entusiasmo… El guapetón empezó a tirarnos billetes de dinero a nuestros pies y los demás hombres también y Ana y yo cada vez estábamos más asombradas… Ana me decía, ¡Ay Adela!... ¿Qué es esto, seguimos? Y yo le decía ¡Claro, tu sigue bailando, no pares! Y así estuvimos un buen rato, hasta que la orquesta terminó.El dinero, por supuesto no era para nosotras, era para la orquesta que tardó unos segundos en recogerlo del suelo…¡Dios mío!... Qué momento... Nunca en mi vida había pasado un rato de tanto entusiasmo como aquél Lo que te entra por el cuerpo es indescriptible... ¡Cómo pude disfrutar!...Así estuvimos hasta altas horas de la madrugada…Nos despedimos del guapo Egipcio y me regalo una preciosa sonrisa Profiden, con unos dientes blanquísimos que aún hacían un contraste más hermoso con el negro de su piel… ¡que pedazo de hombre! Su verdadera mujer estaría en casita muy bien guardada, pero su querida, disfrutaría muy requete-agustísimo, de semejante ejemplar masculino todas las veces que quisiera…La verdad es que el impresionante señor, me quitó el sueño una temporada…. ¡ay!.. ¡Qué tío más guapo!Besos para todos,Adela. | |
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*Mim Bruja
Cantidad de envíos : 855 Fecha de inscripción : 14/07/2009 Localización : En el bosque de Amor Brujo
| Tema: Re: EL CUMPLEAÑOS DEL GUAPO EGIPCIO... Sáb 21 Ago 2010, 18:10 | |
| Remurciélagos ¡qué aventura tan hechiceramente exótico-sensuá! Perooo... ¡por Merlín! no te detengas, Adelita, cuenta, cuenta... Cuéntanos, en secreto, los ocultos sentires que sentías y te hacía sentir semejante y exótico requetebuenorro faraón. Qué locas fantasías eróticas acuciaban tus deseos más inconfesables, cómo hubieras... mmm... estooo ¡pues eso! cuenta... cuenta... Y digo yo que, estando sentada frente a él ¿no me digas que te resististe a la tentación esa tan vulgar como socorrida y pecaminoso-enervante, de quitarte el zapato, estirar la pierna y, bajo mesa... | |
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Phoeby Meiga
Cantidad de envíos : 1783 Fecha de inscripción : 06/07/2009 Localización : Pontevedra
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| Tema: Re: EL CUMPLEAÑOS DEL GUAPO EGIPCIO... | |
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