Los pasos perdidos...

Carmen Passano

Hace 3 minutos

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En el bosque de la isla de los náufragos, la noche perfumada por las hierbas de un reino cercano, se ofrecía con sus misteriosos murmullos.
Al entrar en la espesura, para buscar el retoño, las hojas medicinales, los hongos que curan, se debía saludar a los troncos añosos y pedirles permiso, luego con una reverencia, retirarse lentamente, pues millones de ojos de todos los árboles, vigilaban nuestros gestos, pero esa noche en la fogata que chisporroteaba el fuego, alegre y vigilante, una música, que provenía de los grillos escondidos en las ramas, como un coro cuyo sonido de ejecutantes sin rostro.
El texto, caído al pie de la montaña, desde las altas cumbres, que venia no se de donde, no eran notas, sino ecos que provenían del misterio de la   noche