Amigo querido:
Donde anda?
Hay veces que me da tanta tristeza su ausencia, que me pregunto si esta todavía en esta tierra o paseándose por esas nubes que pasan tranquilas por mi cielo.
Dígame si lo puedo ver, déme alguna señal si todavía me extraña.
Yo estoy cada día mas centrada y mas desparramada a la vez.
Se vio alguna vez una poeta, que escribe con el pensamiento?
Usted me dijo alguna vez que me comprara un grabador, cuando las musas me asaltaban de noche. Pero no hay caso, desde mi balcón con plantas de malvones, sol, tardes perfumadas, noches con esperanzas, pero sin la influencia suya de ser mi primer admirador, me invade una pena infinita, ya que esta vida tan hermosa se me va consumiendo
Si, nos sentíamos más acorde con esas melodías en violín y piano que solíamos escuchar y me enviaba por correo, y cuando leía las palabras que yo escribía ensuciando mis carillas.
Hoy vivo en el recuerdo, como si hubiera dejado de vivir. Pienso que somos nuestros propios historiadores.
Muchas veces comienzo cartas que luego rompo. Para que? ¡Que vicio es el pensar!
Le envía un abrazo de eternidad. Su siempre Amiga.
Brujilda, cielote: ¿Es para mí?
Diría que no son meses, sino años, que ni nos vemos ni nos escribimos; pero si esta carta que envías, fuese para mí, no sufras amiga que sola tú no estás. Yo estoy contigo aunque ni me veas ni me oigas, que bien valen unas letras de emoción para no ocultar lo que siente el corazón.
Vivo, moro, siento, igual que tú, pues no hace mucho casé a mi hijo menor. El acontecimiento en Badajoz, dia 9 de los corrientes, contrayendo nupcias eternas una linda enfermera y el heredero de mi rincón, que por nombre PABLO es.
¿Comprendes cuál es mi desolación? Una juventud surge de nuestro baldón, que tú y yo somos viejos, y echados al rincón . La vida pasa y "nada es", según Heráclito, de Éfeso, 550 a.C. porque todo se acaba como la vida, que pesa por los años vividos ya.
He abierto tu carta, que me atrae y me anima, pero no encuentro la rima que nos reuna otra vez. Dices estar desparramada, y yo te digo que concentrado estoy ¿Para qué? Para morir y descansar de una vez. que no sólo poeta de escribir con el pensamiento; que solamente pienso, sueño y me rió de mis sueños y pensamientos ¿De qué vale la poesía si no encuentra auditoria?
Salgo a mi ventana, miro el infinito y .... no veo nada; sólo un recuerdo en la silenciosa sombra que, sin querer, tiemblo y me asombra, contemplando que nada somos y para nada hemos vivido... apenas una sombra.
Vivo, sin vivir en mí, y tan poquito espero del Allá, que no muero sin vivir !!
Mis saludos, mis recuerdos y mis alegrías sin fin, te llegarán con esta carta,